La fuerza de agarre como indicador de salud
La fuerza de agarre (prensil), expresión relativa de fuerza manual, parece ser un indicador muy significativo de mortalidad, debido a su estrecho vínculo con enfermedades (cardiovascular, respiratoria, pulmonar, obstructiva crónica y varios cánceres).
Muchos factores de riesgo presentan correlación con respecto a tener una fuerza de prensión menor a lo normal.
El músculo esquelético es el encargado principal de controlar los movimientos del cuerpo, produciendo energía mecánica en forma de fuerza motriz. Junto con el hígado, son los principales reguladores de la glucosa en el cuerpo, sumamente importantes para prevenir alteraciones cardio-metabólicas.
Un nivel pobre de tejido muscular va a influir enormemente en la fuerza. La fuerza de agarre podría ser un indicador fiable a la hora de prevenir el acceso a múltiples enfermedades. Una fuerza de agarre débil puede ser correlativo a un bajo tejido muscular y, por ende, a un aumento de las probabilidades en el riesgo de mortalidad. Una evaluación fiable podría alertarnos para prevenir el riesgo hacia múltiples enfermedades cardio-metabólicas.
Queremos resaltar la importancia del entrenamiento de fuerza y la facultad de estar expuesto a resistencias o cargas externas de manera frecuente. De no ser así, a lo largo de los años seremos más propensos a perder nuestra fuerza muscular y esto aumentará el riesgo de lesiones por caídas o pérdida de la independencia motriz. La debilidad muscular está asociada con peores resultados de la fuerza prensil, de ahí la necesidad imperiosa de trabajar la fuerza y mantenernos fuertes a lo largo de toda la vida.
Evaluar la fuerza de agarre puede tener mucha utilidad, no solo para prevenir una disfunción contráctil severa, sino para evaluar la necesidad de entrenar la fuerza en múltiples poblaciones. Testear con un simple dinamómetro de fuerza nos puede arrojar datos de importancia.
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