COMO PODEMOS MINIMIZAR EL RIESGO DE CAÍDAS EN PERSONAS QUE VAN PERDIENDO CAPACIDAD MOTRIZ
Hoy en día está más extendido que nunca que el sedentarismo tiene efectos adversos en la salud, y esto se acrecienta con la edad, por lo que cada vez más personas se convencen de la importancia de combatir los estragos del envejecimiento con el ejercicio físico, porque están familiarizados con los beneficios que puede aportarles la práctica deportiva, como, por ejemplo:
- Aumento de la capacidad de nuestro corazón de impulsar más volumen sanguíneo
- Mejora de nuestra capacidad de aplicar fuerza en nuestras acciones diarias
- Permite una mejora en nuestra capacidad de movimiento
ENVEJECIMIENTO SALUDABLE ¿QUÉ ES?
Si observamos los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), cada vez la esperanza de vida es mayor, por lo que las desadaptaciones que el cuerpo experimenta con el avance de la edad son más comunes, ya que las experimentan más personas.
Ante esta situación, el entrenamiento de fuerza se convierte en un elemento crítico para reducir el riesgo de sufrir caídas, y es por ello que nos vamos a centrar en su entrenamiento y mejora para poder afrontar de forma optimista y eficiente el efecto del paso de los años en nuestro organismo.
Desde Balance, apostamos por un envejecimiento saludable, y nos centramos en mejorar los niveles de condición física y en algunos casos reducir estos procesos que se van produciendo a nivel biológico en el organismo conforme vamos cumpliendo años.
La gestión saludable de nuestra edad es clave para nuestra salud y calidad de vida, y en cada periodo ponemos el énfasis en aquellos aspectos más relevantes, así conforme vamos cumpliendo años, hay una disminución de la función muscular y tendinosa, no sólo desde un punto de vista estructural (tamaño del musculo) sino también funcional también (cuantos músculos soy capaz de activar) lo que desemboca en MENOS FUERZA y, por ende, mayor riesgo de sufrir una caída.
¿Qué plan proponemos desde BALANCE para sentirnos bien y reducir los riesgos de la edad?
LAS CLAVES BALANCE PARA UNA SEVILLA SIN CAÍDAS
El ejercicio físico, concretamente de fuerza, al menos dos días a la semana se convierte en la piedra angular de nuestro plan. Este se realiza con movimientos globales donde intervengan grandes grupos musculares, e iremos aumentando las cargas poco a poco conforme tu organismo se vaya adaptando a tu entrenamiento.
Podemos destacar la importancia del sistema cognitivo (cerebro) en el entrenamiento de fuerza, la información que va desde el cerebro a los músculos se ha visto que es cada vez más relevante en la mejora de la salud y la salud de las personas que se mantienen activas y entrenan habitualmente.
En este programa de entrenamiento, vamos a controlar la intensidad del trabajo, así como la intencionalidad, atendiendo a nuestra capacidad de concentración, control del movimiento y agilidad mental.
¿POR QUÉ?
El entrenamiento de fuerza en edades avanzadas tiene varios beneficios en todo el organismo, en primera instancia aumenta o preserva la masa muscular, combatiendo la anteriormente vista sarcopenia, también tiene un impacto positivo en el metabolismo, y mejora el control de la glucosa y la regulación hormonal, mejorando la función endocrina.
Todas estas adaptaciones se traducen a su vez en una serie de beneficios tanto en patologías, ya sean enfermedades metabólicas, cardiovasculares o cáncer, como en la función cognitiva, contribuyendo a la mejora en demencia, ansiedad y depresión, o insomnio. También genera beneficios en las estructuras implicadas en el propio entrenamiento, en concreto huesos, músculos, cartílagos y tendones
Una vez conocidos los beneficios que aporta el entrenamiento de fuerza en adulto mayor, y sabiendo que es más que recomendable incluirlo en la rutina de esta población, vamos a ver algunas consideraciones para optimizar el entrenamiento.
La intensidad de los ejercicios debe ser media, y no hay problema en comenzar con un trabajo muscular más analítico, la mejora de la fuerza en estos ejercicios puede generar transferencia a movimientos funcionales como la marcha e influye en la reducción del riesgo de sufrir caídas, pero es importante que sea un ejercicio supervisado, ya que los beneficios de un programa de entrenamiento con supervisión son visiblemente mejores que sin supervisión.
Otro aspecto importante en la ejecución de los ejercicios es la intencionalidad, se deben realizar buscando una alta velocidad, el entrenamiento con velocidad de ejecución a través de la intencionalidad puede tener mayor influencia en la mejora del estado de forma y la autonomía que un entrenamiento sin velocidad.
MUÉVETE MÁS Y MEJOR CON BALANCE
Desde Balance Sport Clinic recomendamos realizar al menos 2 sesiones a la semana en días no consecutivos, idealmente con un profesional cualificado de manera personal o en grupos reducidos, y orientando los ejercicios y la progresión desde los movimientos básicos a movimientos más representativos con la realidad cotidiana de cada persona.
En conclusión, el entrenamiento de fuerza en adulto mayor es una rutina muy interesante para incluir en la vida de esta población, y tiene una influencia directa en el riesgo de sufrir caídas, además, si ese entrenamiento es supervisado, los beneficios serán mayores.
BIBLIOGRAFÍA
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