En entradas anteriores a cerca del entrenamiento excéntrico pudimos entender algunas de sus características principales que lo hacen un método de trabajo muy interesante, ya no solo con el objetivo de conseguir un mayor desarrollo muscular, sino que lo convertían en una estrategia eficaz para su uso con poblaciones especiales.
Pese a que son muchos sus beneficios, algunas de las propiedades que hacen más interesante el entrenamiento en un régimen de contracción excéntrica en poblaciones especiales eran:
- Las acciones excéntricas generan mayores picos fuerzas a menores niveles de activación.
- El coste metabólico en las acciones excéntricas es menor.
- El entrenamiento excéntrico provoca ganancias en cuanto a la hipertrofia (aumento de masa muscular).
- El entrenamiento excéntrico mejora la flexibilidad.
En base a estas premisas cabe por tanto mencionar la repercusión de este tipo de entrenamiento en poblaciones tales como las personas mayores, personas con Parkinson, así como personas que hayan padecido cáncer.
Personas mayores
El envejecimiento es un proceso multi-factorial que en última instancia induce a una disminución en nuestro correcto funcionamiento a nivel fisiológico, provocando un decrecimiento en nuestra esperanza de vida, nuestra calidad de vida y nuestra capacidad para valernos por nosotros mismos (autonomía). El hecho de practicar ejercicio y mantener unos hábitos de vida activos se entiende como una forma de reducir el impacto del envejecimiento a través del mantenimiento de los parámetros fisiológicos de manera óptima. Y más concretamente el ejercicio de carácter excéntrico es un modelo que se puede emplear con los adultos mayores, debido a que el músculo tiene la capacidad de combinar una producción de fuerza alta con un bajo coste energético.
Los objetivos a través de los cuales podemos guiar nuestro método de intervención a través del trabajo de fuerza puede ser el de reducir el riesgo de caída, mejorar la agilidad, y combatir en líneas generales las secuelas de un proceso fisiológico como es la sarcopenia por el cual se pierde masa muscular y por tanto niveles de fuerza.
Yéndonos en la ciencia, la mayoría de los estudios se han centrado en el uso de entrenamiento de régimen excéntrico para mejorar la movilidad funcional de los adultos mayores. Se ha demostrado que en comparación con el entrenamiento de fuerza concéntrico estándar uniarticular, una sobrecarga excéntrica y ejercicios isocinéticos pueden conducir a mejores ganancias de fuerza en jóvenes y ancianos. Por otro lado, los estudios que se centran en la mejora de la capacidad funcional de la parte inferior del cuerpo, específicamente los extensores de la rodilla, son esenciales para ayudar a mantener la independencia y reducir el riesgo de caídas en los adultos mayores. En un estudio de Symons, doce semanas de trabajo excéntrico para los extensores de la rodilla, utilizando contracciones voluntarias máximas (3 días por semana, 30 repeticiones), la mejora de la fuerza fue de hasta un 26% tanto en hombres como en mujeres, cuya edad oscilaba entre 65 y 87 años. Del mismo modo en otro estudio de LaStayo 21 ancianos de 80 años llevaron a cabo un programa de entrenamiento 3 veces por semana en un ergómetro usando una resistencia excéntrica elevada durante 11 semanas y se vieron mejoras del 60% en fuerza, del 7% en equilibrio, del 21% a la hora de bajar escaleras y se observaros menor riesgo de caigas en los participantes del estudio.
Parkinson
Las personas con enfermedad de Parkinson a menudo demuestran bradicinesia durante las tareas de movilidad (lentitud en el movimiento). La bradicinesia combinada con otros déficits de movimiento relacionados con el Parkinson puede contribuir a la reducción en la percepción subjetiva de la calidad de vida. Desde los últimos 10 años se ha empezado a incluir protocolos de entrenamiento de fuerza, más concretamente de trabajo excéntrico, donde se ha comprobado lo beneficioso de esta metodología para este tipo de pacientes.
De esta manera en varios estudios llevado a cabo por Dibble, se observa que en comparación con un programa de rehabilitación convencional, un protocolo de rehabilitación específica que incluyó ejercicios excéntricos en un cicloergómetro el volumen muscular del cuádriceps se vio mejorado (0,3% vs. 6%), así como los niveles de fuerza de esta musculatura (4-7% vs. 18-29%). La función en cuanto a la locomoción también mejoró como lo indica el aumento de la distancia recorrida durante la prueba de marcha de 6 min (21% vs 5%) y la posibilidad de subir (11% vs. 1%) y bajar escaleras (18 vs 0%).
Parece que el hecho de que con el trabajo excéntrico se consigan mayores picos de activación muscular a un menor coste metabólico, convierta esta metodología en una buena estrategia para este tipo de personas.
Cáncer
Los pacientes que han sobrevivido a algún tipo de cáncer a menudo muestran músculos deteriorados, déficits en la movilidad y una reducción en cuanto a la calidad de vida, principalmente debido a la degradación de proteínas, disminución de actividades físicas en general y la inferior ingesta a nivel nutricional.
Hay una creciente evidencia de que la práctica de ejercicio es una intervención eficaz para los sobrevivientes de cáncer. Concretamente el trabajo excéntrico parece ser particularmente un medio adecuado para estos pacientes, ya que puede maximizar la respuesta funcional y estructural (musculatura) con bajo coste energético. De hecho, un estudio piloto en sobrevivientes de cáncer de próstata mostró que el entrenamiento excéntrico fue bien tolerado con una mejora en la fuerza isométrica de los extensores de rodilla ( más de 11%) y en las puntuaciones a nivel de movilidad (14%). Por otro lado, un estudio más reciente informó que en los pacientes después de un tratamiento de cáncer (mama, próstata, pulmón, colon y linfoma), la fuerza isométrica en la extensión de rodilla y la potencia en la extensión de la pierna en un rango concéntrico mejoraron un 11% y un 29%, respectivamente, después de un programa de entrenamiento excéntrico. Las mejoras en la función muscular de las piernas era también asociado con mejoras en la prueba de marcha de 6 min y capacidad bajar escaleras (12% y 20%, respectivamente) en pacientes entrenados con la metodología excéntrica. Por lo que de nuevo parece más que evidente lo útil de este tipo de entrenamiento con una población de tales características.
Escrito por: Antonio Parrilla Castillo. Especialista en Entrenamiento de hipertrofia, Master en Entrenamiento Personal e integrante del Área Formativa de Balance Sport Clinic