Estructura y función de la columna vertical
En la entrada de hoy hablaremos sobre la composición y la funcionalidad de la columna vertebral o raquis.
Antes de todo, definiremos a qué nos referimos cuando hablamos de la columna vertebral:
La columna vertebral constituye realmente el pilar central del tronco, pudiéndose considerar como el mástil de un navío. Además de su función de soporte, la columna desempeña un papel protector del eje nervioso: el canal raquídeo que comienza a la altura del agujero occipital, alberga el bulbo y la médula, de modo que constituye un protector flexible y eficaz del citado eje nervioso.
A continuación nombraremos los componentes funcionales de la columna.
Estos se dividen en pilares anteriores y posteriores:
- El pilar anterior (corresponde a la imagen A) está formado por los cuerpos vertebrales y los discos intervertebrales, y es la parte de la columna que sostiene el peso y absorbe los choques.
- El pilar posterior (correspondiente a la imagen B) está formado por la apófisis y las carillas articulares, que producen el mecanismo de deslizamiento para el movimiento.
Además forman parte de la unidad posterior de las palancas óseas, las dos apófisis transversas y las apófisis espinosas, a los cuales se unen los músculos para producir y controlar los movimientos y aportar estabilidad a la columna.
En cuanto a los movimientos de la columna vertebral pueden describirse tanto en forma global como en la unidad funcional o segmento que se mueve.
La unidad funcional está formada por 2 vértebras y la articulación entre ellas (carillas de las dos articulaciones y un disco intervertebral).
Como la columna se puede mover de arriba abajo o de abajo hacia arriba, el movimiento en la unidad funcional se define a partir de lo que ocurre con la porción anterior del cuerpo de la vértebra superior.
La columna vertebral la podemos dividir en cinco regiones, contando con aproximadamente 33 vértebras, las cuales se dividen en:
- Región cervical (7 vértebras, C1-C7)
- Región dorsal (12 vértebras, T1-T12)
- Región lumbar (5 vértebras, L1-L5)
- Región sacra (5 vértebras, S1-S5)
- Región coxígea (cuatro vértebras, inconstantes)
Atendiendo a las curvaturas normales de la columna vertebral en una vista anterior es recta pero si la observamos en una vista lateral (plano sagital) presenta 4 curvaturas normales las cuales tienen como función la distribución pareja del peso y se describen dos tipos de curvaturas: Cifosis y lordosis.
La zona lumbar presenta una lordosis (concavidad posterior), la zona dorsal una cifosis (convexidad posterior) y la cervical una lordosis (concavidad posterior).
A continuación, en la siguiente imagen os presentamos las cuatro regiones, cada una con un tipo de curvatura característica:
Tras la explicación de la estructura y función de las principales curvaturas, se nos presenta el concepto de movilidad y estabilidad en la funcionalidad del raquis y de cara a no caer en un enfoque reduccionista y simplista, nos fijaremos en el programa que hace unos años desarrolló el Sr. Gray Cook (entre otros profesionales). El FMS (Functional Movement System), como ya bien comentó mi compañero Álvaro en la anterior entrada del blog haciendo referencia a la articulación del tobillo.
Aunque el objetivo de este post no es explicar dicho programa de evaluación, si nos servirá para analizar articulación por articulación (joint by joint), desde la cabeza a los pies. A continuación vemos en la siguiente imagen la función que debería adquirir cada articulación:
Nos gustaría añadir que según la acción que desempeñe cada articulación, ésta requerirá cierta movilidad y estabilidad, pero no debemos olvidar su función principal de cara a la programación de las sesiones de entrenamiento.
Por último, extrapolaremos toda la teoría expuesta anteriormente al ámbito práctico y pasaremos a comentar varios puntos haciendo referencia a la ergonomía y cómo puede afectar a la columna vertebral.
Antes de todo según la RAE (Real Academia de la Lengua Española) la ergonomía es el estudio de la forma de planificar y diseñar los puestos de trabajo de manera que exista una adaptación entre éstos y el individuo.
Según su funcionalidad podemos diferenciar dos tipos: La correctiva y la preventiva.
Desde Balance Sport Clinic evaluamos sus movimientos desde un punto de vista multidisciplinar, además de su estilo de vida diario para diseñar entrenamientos que atiendan a sus necesidades específicas y con ello reducir factores de riesgo de padecer patologías en nuestra columna (como pueden ser el dolor en la espalda baja (Low Back Pain) o en la zona cervical) que pueden venir provocados por un estrés postural establecido en el tiempo.
A continuación os presentamos en la siguiente imagen el caso de la correcta ergonomía a la hora de sentarnos a utilizar el ordenador:
P.d. ¿Cuántas horas podemos pasar al día delante del ordenador? Ya que lo hacemos, ¡hagámoslo bien!
Hasta aquí llega nuestro post de hoy, espero que os haya gustado y os resultara útil a la hora de disipar esas posibles dudas que podáis tener acerca del “mástil de nuestro navío”.
BIBLIOGRAFÍA
A, I, Kapandji. (1998). Fisiología articular. Tomo III. Tronco y raquis. Médica Panamericana.
Kisner, C. & Colby, L. (2010). Ejercicio terapéutico. Fundamentos y técnicas. Médica Panamericana.
Carrasco, L. (2012). Apuntes de Educación Física y Salud de 4º de LCCAFD.
Escrito por: José Manuel Burgos Silva. Entrenador personal en Balance Sport Clinic. Especialista en Readaptación de Lesiones.
Deja tu comentario